
Este atado, advocado del Perdón, es una imagen de composición frontal que se presenta en posición abatida, casi de desmayo, en clara contraposición a la verticalidad de la columna dórica sobre la que descansa.
En el podemos apreciar aún, rasgos del estilo en que comienza a desarrollar su expresión artística; si bien son evidentes los manieristas, comenzando a adivinarse el barroco por llegar.
Le es propia una anatomía huesuda con cabeza poderosa, predominando el expresionismo patético, de gran dominio por el burgalés, no exento de una ternura poco frecuente en la escultura del momento, expresada con una sensibilidad briosa y apasionada.
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