domingo, 30 de mayo de 2010

MAYO MARIANO, "... e aquí tu Madre"


Múltiples devociones, sentimientos, piropos, para la Madre de Dios y Madre nuestra; la no tocada por el pecado...
















Y en alegría infinita
las campanas casi estallan,
porque Cristo está otra vez
en las calles de Granada.
Y la Virgen que es Refugio,
Remedio de nuestras Penas
y Salud de nuestra alma;
que en Rosario se desgrana
y por Caridad suplica
Merced y Misericordia,
aliviar nuestra cadena;
que la vemos como Aurora
y en las noches como Estrella,
que es Reina allá en la Alhambra,
Luz,
y sobre el Monte gitana;
borra ya esas tristes Lágrimas,
que son perlas en su cara;
se olvida de los Dolores,
supera toda Amargura
y cambia el Mayor Dolor
de Soledad en Esperanza.
Vio el fruto de su Concepción
de su Encarnación, truncado;
su Amor y trabajo fue
escarnecido y vejado.
Pero el Domingo, en Granada,
hay Paz porque hay Victoria;
¡por el Triunfo de Dios!
Y en el rostro de María
un puchero que se torna
en expresión de alegría,
¡Maravillas del Señor!

-Enrique Seijas Muñoz-

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