Lo cierto es que nos sobran motivos para reunirnos en torno a Emilio Martín, Miguel Almagro y Agustín Ortega, como hicimos el pasado viernes 3o. Celebrar el XXV aniversario de su dedicación plena, como hermanos costaleros, al apasionante mundo de la trabajadera, lo es sobradamente. Han destacado por su compromiso, por su constancia y, entre otras cualidades, por su disposición a sumar allí donde se les ha requerido. Son protagonistas de una época que ha definido el mundo costalero granadino y por ende nuestras hermandades y nuestra Semana Santa. Y siguen aportando, en un trabajo ejemplarizante, una forma de ser cofrade y de ser hermano costalero con la que sellan la singularidad de nuestra idiosincrasia y una muy definida personalidad.
Cuantos quisimos señalar en su compañía tan feliz efeméride, nos enorgullecemos de su amistad y de lo mucho que son en esta pasión que nos une. Con todo, lo que mas celebramos es el haberlos vivido, hombro con hombro; haber vivido con ellos lo mucho que hemos recogido y compartido en este camino que nos unió hace veinticinco años y que juntos seguimos andando.
Todo eso, nuestra admiración, nuestro reconocimiento, nuestra alegría... lo metimos en un cuadro con la Esperanza, que nos unió, para que siempre tengan presente lo mucho que son para nosotros y el compromiso que tienen con la Semana Santa granadina.
Que sean muchas mas las chicotás, antes de vestir la túnica.
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